Concédenos la fortaleza suficiente para vencer nuestra debilidad y nuestra pereza en tu servicio.
(Rezo de un Padrenuestro).
Ejercicio 3º
Jesús Nazareno, adoramos las Llagas de tus rodillas y la Sangre que derramaste por las caídas que sufriste en tu camino al calvario, te pedimos perdones nuestro odio, la avaricia, la envidia y los malos sentimientos y soberbias de nuestro corazón.
Te pedimos, Señor, por cuantos sufren enfermedades, por la ilusión e inocencia de los niños, te pedimos Jesús Nazareno que protejas a nuestra juventud y le enseñes los valores de la vida Ayúdales a ser justos, solidarios y comprensivos con las necesidades ajenas, a tener el corazón dispuesto para amar a los demás.
Bendice, Jesús Nazareno, a los niños, jóvenes y ancianos, sobre todo a los más desfavorecidos, a los que sufren injusticias, el hambre, las guerras; haz arder en sus corazones el fuego de tu amor.
Concédenos Jesús Nazareno, el don de tu gracia, la caridad con los desfavorecidos, la perseverancia y firmeza en la fe y tu protección contra todos los males de este mundo.
(Rezo de un Padrenuestro).
Ejercicio 4º
Jesús Nazareno, adoramos la Llaga de tu Costado y la Sangre y el Agua que por ella derramaste, te pedimos perdones los pecados que hemos cometido con nuestros odios y murmuraciones; por nuestra apatía en el apostolado; por la rutina de nuestra piedad.
Te pedimos, Señor, por los que encienden enemistades y odios; por los que calumnian; por la unión fraterna de todos los hombres; por los enfermos y por los más necesitados en estos momentos de tu socorro; por los que sufren el dolor en su cuerpo; por nuestra intención particular (...).
Bendice, Jesús Nazareno, los movimientos apostólicos de la Iglesia; nuestras hermandades y cofradías y sus dirigentes. Bendice esta Cofradía del Nazareno, sus cabildos y sus reuniones, a todos sus hermanos y hermanas.
Concédenos la gracia de amarnos y amaros con todo nuestro corazón y de dirigir todas nuestras obras a tu mayor honra.
(Rezo de un Padrenuestro).
Ejercicio 5º
Jesús Nazareno, adoramos las Llagas de tu Corona de espinas y la Sangre que por ellas derramaste, te pedimos perdón por todos los malos pensamientos y deseos que voluntariamente consentimos; por el desaliento ante los sacrificios; por nuestra falta de fe.
Te pedimos, Señor, por los que aún no te conocen y por los que sin conocerte te buscan; por aquellos que más te necesitan; por los pecados de todos nosotros los hombres. Te pedimos, Señor, por todos nuestros hermanos que ya viven la vida eterna.
Bendice, Jesús Nazareno, a nuestra Santa Madre la Iglesia Católica, Apostólica y Romana y a Su Santidad el Papa; bendice a todos sus obispos; bendice a todos los sacerdotes y religiosos; bendice a todos los que con su dedicación y sacrificio rigen tu pueblo.
Concédenos la gracia de conservarnos siempre fieles a tu doctrina y de vivir y morir santamente.
(Rezo de un Padrenuestro).
Oración Final
Inmaculada Virgen María, que fuisteis traspasada de dolor al contemplar a tu Divino Hijo, cargado con el peso de la Cruz en la calle de la amargura, te pedimos intercedas ante El para que por los méritos de tus Dolores lleguemos a alcanzar los frutos de su Pasión y Muerte.
Por el mismo Jesús Nazareno, que con el Padre y el Espíritu Santo, vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.
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