SIGLOS XVII-XVIII
Se desconoce la fecha exacta de la fundación de la Cofradía, aunque se supone que tuvo que ser poco antes de Septiembre de 1616, fecha en que los frailes mínimos de San Francisco de Paula, radicados desde el 22 de Marzo de 1586 en el Convento de Nuestra Señora de la Consolación, en el arrabal de San Antonio Abad, inician los trámites para vender a la Cofradía la antigua capilla de Santa Ana para que la tuvieran como propia, colocar la imagen y enterrar a sus hermanos difuntos. La venta efectiva tuvo lugar el 20 de Diciembre, siendo una venta simbólica por la cantidad de doce cahices de cal.
De cualquier forma, la devoción al Nazareno arraigó pronto entre los alcalaínos, tal como atestiguan varios testamentos de la época, como el de Sebastián García quién en 20 de Octubre de 1620 ordena que con cargo a su herencia se le dijese una misa a Jesús Nazareno, ejemplo que se repetirá en múltiples en el mismo siglo XVII y siguientes. Asimismo, entre las últimas voluntades de los hermanos está la de enterrarse en la capilla de Jesús Nazareno, como por ejemplo hace el 26 de Abril de 1633 el hermano Juan Martín o el 15 de Octubre de 1679 Bartolomé de Ligas quién no sólo establece enterrarse en dicha capilla nazarena sino que también deja fondos en metálico para la cofradía al ordenar que se entregasen a la misma 20 pesos, ejemplo que seguirían pocos años más tarde Juana Moreno quién establece que se entregasen 10 ducados a la Cofradía para el Palio del Nazareno, Violante Rodríguez Delgado, Diego Martín Torreblanca, Bartolomé Alonso Vázquez de Medina, Domingo Blanco, Pedro Domínguez , Pedro Hidalgo o Constanza María del Peral, quien el 20 de Agosto de 1715 dejará a la Cofradía 25 pesos escudos “para componer el retablo”.
Con todo, hay mandas mucho más originales, tanto de enseres como de productos agropecuarios como las realizadas por Teresa María Recio en 1702 donando una fanega de trigo; Catalina de Ortega en 1705 dejando un añojo o la de Esteban Pérez, quién en testamento datado el 23 de Junio de 1710, establecía que de entre sus bienes se entregase un buey a las Cofradías del Santo Sacramento, la Soledad y Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Para concluir nuestra aproximación a estas prácticas piadosas de los siglos XVII y XVIII baste decir que la última referencia que conocemos respecto a los enterramientos en la capilla del Nazareno está datada el 28 de Septiembre de 1725, o lo que es lo mismo cuando ya la Cofradía estaba radicada en el nuevo convento de la Alameda, y procede del testamento del Escribano Público y del Cabildo D. Carlos del Fierro quién establece no sólo que se le enterrase en la capilla de su Cofradía sino que también pide que en su entierro le acompañen los hermanos de la Cofradía encabezados por su guión o estandarte, al tiempo que establece una manda piadosa de 100 reales de vellón que, suponemos, destinó la Cofradía para pagar los gastos de la nueva imagen que o había encargado ya o se proyectaba encargar.
La Cofradía permaneció en el Convento de la Consolación hasta el 22 de Agosto de 1682, fecha en que se produce el traslado de la Comunidad de Mínimos y todas las imágenes de su convento desde su primitiva ubicación extramuros hasta el nuevo convento que habían construido en la zona entonces denominada “Veracruz” y que hoy llamamos Alameda.
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